
Brandtrack le ayuda a crear conexiones emocionales con su público.
Cuanto más fuertes sean las conexiones de sus clientes con su empresa, más fieles serán a su marca. Las interacciones se convierten en algo más que un intercambio transaccional de un producto o servicio. Una relación se construye a partir de una serie de encuentros no sólo físicos, sino también interactivos con sus productos, sitio web, servicio, punto de venta y mucho más. Hoy en día vivimos conectados, queremos compartir, queremos pertenecer. El sentido de pertenencia pasa por muchos sitios, entre ellos la música. Ahí es donde entra en juego la empatía. Si las marcas no invierten en hacer el duro trabajo de empatizar con sus clientes, corren el riesgo de volverse irrelevantes. La fuerza de los vínculos viene determinada por la comprensión que tenga la marca de los valores y gustos de sus consumidores.
La empatía -la capacidad de comprender los sentimientos de otra persona, ajena a nosotros- es lo que nos hace humanos. Es lo que hace que nos preocupemos. Y es una de las herramientas más poderosas para una empresa. La empatía permite a las marcas entender a quién se dirigen y, a partir de ahí, tratar de mejorar el día de esas personas, transmitirles lo que quieren ver, sentir u oír. Al intentar comprender a sus clientes, las marcas pueden crear un espacio que les permita crear un vínculo, establecer una relación de confianza y, a partir de ahí, lograr transacciones. Cuando el negocio está en juego, es fácil lanzarse directamente a la táctica. Pero tanto en los negocios como en la vida personal, las verdaderas conexiones emocionales no se crean con tácticas; se crean con empatía. Para las marcas, la empatía se basa en comprender a sus clientes y ponerse en su lugar. La empatía es la clave de cada uno de los vínculos entre las personas y también entre las personas y una empresa, es lo que genera una relación profunda. Estamos en un mercado cada vez más hipersegmentado.
La hipersegmentación aporta diversificación de productos. No sólo hay más productos, sino también diversificación de marcas. El interés es más selectivo. A veces, cuando la marca es menos masiva, es mejor. Habla a una persona dentro del mercado. La propuesta de venta se personaliza al máximo.
Los concesionarios de coches tienen el mismo problema que los minoristas de ropa: crear conexiones emocionales con las personas responsables de mantenerlos en el mercado. Lo que empieza como confusión o apatía hacia una marca puede convertirse rápidamente en una desconexión fatal. Los consumidores que no tienen ningún compromiso emocional con una marca concreta operan al margen de las preferencias. La afinidad cambia cuando, por ejemplo: se ofrece proximidad, un servicio más barato o una propuesta de valor diferencial. Esto significa que si las marcas no invierten en hacer el duro trabajo de generar empatía con sus clientes para cultivar auténticas conexiones emocionales, corren el riesgo de volverse irrelevantes. Entonces, ¿cómo puede una empresa mostrar realmente empatía?
Entender lo que oyen los clientes
La música es una de las formas más poderosas de provocar una reacción emocional inmediata en una persona. Pero tiene que ser el tipo de música adecuado. Y para saber cuál es el tipo "adecuado" de música, ahí es donde la empatía se convierte en la clave. La música es poderosa porque evoca y visualiza recuerdos existentes y nos provoca la creación de otros nuevos. En cuanto escuchas una pieza musical -ya sea algo que has oído antes o algo nuevo-, te transporta a un momento o lugar, permitiéndote desarrollar una conexión emocional con la canción que está sonando. Eso es precisamente lo que buscan las marcas. Nada funciona con tanta eficacia. Ninguna otra estrategia o formato de marketing conecta o evoca emociones como lo hace la música. La música conecta a los oyentes directamente con la identidad de la marca, creando una experiencia poderosa que profundiza la conexión del oyente. Y ese oyente es su cliente.
Integrar la música en su estrategia de marca
La música, al igual que los colores, los logotipos, los elementos gráficos, las imágenes y la tipografía, debe formar parte de su estrategia de marca, ya que proporciona la misma cantidad de información sobre la marca que cualquiera de los elementos mencionados. Además, puede utilizarse como elemento de campañas promocionales, lanzamientos de productos, eventos, entornos de tiendas y mucho más. ¿Tiene su marca una estrategia que incluya música? Si la respuesta es no, podemos ayudarle. Cada momento importa.
Tómese un minuto para pensar en la música que ha sido importante en algún momento de su vida, puede ser un recuerdo de hace mucho tiempo o puede ser una del presente, que transmita ciertas emociones a través de lo que cuentan las letras. ¿Cuál fue el primer CD que compró? ¿El primer concierto al que asistió? ¿Qué álbum asocias con tus años de instituto? ¿Qué canción sonaba cuando entraste en tu boda? La música se filtra no sólo en nuestra mente, sino también en recuerdos que nos acompañan para siempre.
Cuando alguien entra en una tienda y la música es la adecuada, es un momento mágico. La música tiene el poder de cambiar el estado de ánimo de la gente. En ese preciso momento, es donde se establecen las conexiones. Por ejemplo, a través de un tipo de música ambiental perfectamente calmada, la gente se relaja y se siente más a gusto. Las marcas que se alinean con este tipo de música tienen la oportunidad de crear una conexión a través de la música ambiental para mejorar la comunicación y la interacción con sus clientes.
Las audiencias emocionalmente atractivas construyen una buena relación entre la marca y el cliente. Cada vez que una empresa va más allá de una transacción, el cliente se siente como en casa, se siente comprendido por la marca. No es sólo comercio; es una conexión construida hombro con hombro. No es solo transaccional; es personal. Y cada vez que una marca va más allá de las tácticas ligadas a las estrategias de ventas, puede inspirar estas conexiones emocionales.