Cómo la música cautiva la mente humana

8 de diciembre de 2022

|
Por
Santiago Lagier

Cómo la música cautiva la mente humana

No es ningún secreto que la música tiene el increíble poder de influir en nuestras emociones, transportándonos a diferentes estados de ánimo con sólo unas notas. Ya sea el ritmo pegadizo de una canción pop, las melodías arrebatadoras de una sinfonía o la encantadora banda sonora de una película, los compositores han dominado el arte de conectar con la gente a un nivel emocional profundo a través de la música.

Pero, ¿se ha preguntado alguna vez cómo consigue la música llegar a los rincones más profundos de nuestra mente? Los neurocientíficos se han adentrado en este fascinante terreno, descubriendo las complejas formas en que la música estimula nuestro cerebro. Estudios recientes revelan que la música activa simultáneamente numerosas regiones del cerebro, incluidas las responsables de las emociones, la memoria, el movimiento, la sincronización y el lenguaje.

Imagine que escucha una canción que le recuerda su primer amor o un memorable viaje por carretera a lo largo de la costa. A medida que la letra resuena en tu mente, activa los centros del lenguaje, mientras otras zonas de tu cerebro forjan conexiones con esos recuerdos tan queridos. La música tiene la extraordinaria capacidad de despertar casi todas las partes de nuestro cerebro. Nos obliga a zapatear a su ritmo, creando una danza sincronizada entre melodía y movimiento. Llega a nuestras emociones más íntimas, reaviva experiencias pasadas e influye en nuestro estado de ánimo de forma profunda.

Cuando los científicos observan el cerebro bajo la lente de avanzadas técnicas de imagen, descubren que el acto de escuchar música enciende más vías neuronales que cualquier otro estímulo conocido. No es de extrañar, pues, que haya surgido una miríada de enfoques terapéuticos que utilizan la música como una poderosa herramienta de curación y restauración. Destacados neurocientíficos como Anne Blood y Robert Zatorre, de la Universidad McGill de Montreal, comparan el efecto de la música en nuestro cerebro con la estimulación inducida por la comida, el sexo o las sustancias adictivas, que activan los sistemas del placer y la emoción en nuestro sistema nervioso.

Pero el impacto de la música va más allá de las experiencias individuales. Tiene una notable capacidad para fomentar las conexiones sociales y potenciar las actividades colectivas. En un estudio pionero, los investigadores Koelsch y Nikolaus Steinbeis, de la Universidad de Zúrich, descubrieron que escuchar música activa regiones cerebrales típicamente asociadas a la comprensión de los pensamientos e intenciones de los demás. Es como si la música se convirtiera en un lenguaje universal que trasciende barreras, permitiéndonos empatizar y conectar con las emociones y deseos del compositor.

Piensa en los tiempos antiguos, cuando nuestros antepasados se reunían alrededor del fuego y utilizaban gestos visuales y signos vocales sencillos para comunicarse. Cada uno de estos signos estaba probablemente ligado a una emoción diferente, formando un lenguaje primitivo propio. A medida que el lenguaje hablado evolucionó y se convirtió en la forma dominante de comunicación, los humanos adquirieron la capacidad de expresar verbalmente ideas y emociones complejas. Sin embargo, esta evolución lingüística también provocó una desconexión en nuestras mentes, una separación de nuestras profundas raíces emocionales.

Aquí es donde entra en juego la música. Actúa como un puente que nos ayuda a reconectar con nuestros instintos primarios y sistemas emocionales. La música une a las personas de un modo que las palabras por sí solas no pueden. Fomenta las experiencias colectivas y nos permite cantar, bailar y celebrar como un grupo unificado. Cuando interactuamos con la música, nos adentramos en un viaje emocional compartido que trasciende las fronteras culturales y lingüísticas.

Así que, la próxima vez que te encuentres perdido en una de tus canciones favoritas, recuerda que no estás simplemente escuchando música. Te estás embarcando en una profunda exploración de tus propias emociones y conectando con un lenguaje universal que ha dado forma a la historia de la humanidad. La música es realmente una fuerza extraordinaria que cautiva nuestras mentes, agita nuestras almas y nos une en una sinfonía de experiencias compartidas.