Los riesgos ocultos de la música sin licencia en espacios comerciales

1 de marzo de 2024

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Por
Lucia Giacomelli

Los riesgos ocultos de la música sin licencia en espacios comerciales

En el comercio minorista y la hostelería, la música adecuada crea ambiente, lo que es crucial para atraer a los clientes. Sin embargo, muchas empresas pasan por alto las ventajas legales y económicas de utilizar plataformas musicales autorizadas como Brandtrack, exponiéndose a riesgos y desaprovechando el potencial del mercado.

El dilema legal del uso no autorizado de música

Utilizar plataformas como Spotify, YouTube y Apple Music con fines comerciales es un error común debido a la falta de concienciación. Estos servicios están pensados para uso personal, y su explotación comercial vulnera una compleja serie de derechos musicales, lo que da lugar a acciones legales y multas. Este desconocimiento generalizado no solo plantea importantes riesgos legales, sino que también afecta a las industrias relacionadas al socavar el marco de derechos diseñado para proteger a los creadores y a las partes interesadas.

Volumen de mercado y oportunidad económica

El mercado mundial de la música de fondo, que abarca la música utilizada en entornos comerciales, es considerable. Según un informe de Mordor Intelligence, el tamaño del mercado de la música de fondo se valoró en aproximadamente 650 millones de dólares en 2019 y se prevé que alcance alrededor de 1.200 millones de dólares en 2024, creciendo a una CAGR de casi el 10,2%. Este crecimiento subraya la importante oportunidad económica para que las empresas de los sectores minorista y hostelero aprovechen la música bajo licencia como parte de su estrategia de experiencia del cliente.

Costes del incumplimiento

Los riesgos económicos de utilizar plataformas musicales no autorizadas se derivan de posibles acciones legales, incluidas las demandas por infracción de derechos de autor. Los costes asociados a estos riesgos pueden ser considerables. Por ejemplo, las multas por infracción de derechos de autor en Estados Unidos pueden oscilar entre 750 y 30.000 dólares por canción, y en casos de infracción intencionada, las multas pueden ascender a 150.000 dólares por canción. Más allá de las sanciones económicas directas, las empresas se enfrentan a posibles tasas legales, costes de liquidación y el impacto intangible del daño a la reputación, que puede afectar a la fidelidad de los clientes y a los ingresos futuros.

Conclusión

La decisión de utilizar plataformas musicales autorizadas como Brandtrack no es sólo una consideración legal y ética, sino también una elección económica estratégica. Invertir en servicios de música autorizada no solo apoya económicamente a la industria musical, sino que también mejora la experiencia del cliente, lo que contribuye a la ventaja competitiva de una empresa y a su éxito a largo plazo.

Lucia Giacomelli destaca como Jefa del Equipo de Marketing en Brandtrack.

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